Ingredientes:
1 Pollo troceado
Jengibre fresco
1 Vaso de vino oloroso
Caldo de pollo
Aceite de oliva
4 Patatas medianas
Tomillo
Nuez moscada
Mantequilla fundida
Sal y Pimenta negra molida
Salpimentamos el pollo y lo reservamos.
Se pone a calentar bastante aceite en una cacerola, cuando este caliente ponemos el pollo y lo doramos.
Mientras picamos el jengibre y lo echamos en la sarten dejamos unos 5 minutos a fuego lento y rociamos con la copa de vino oloroso. Dejamos evaporar el alcohol del vino unos 7 minutos aproximadamente.
Bañamos con el caldo de pollo, tapamos la cacerola y dejamos cocer hasta que la carne este blandita más o menos unos 25-30 minutos.
Ponemos el horno a calentar a 180ºC, mientras lavamos bien las patatas, las cortamos a lo largo y le quitamos las puntas. Untamos la piel de las patatas con aceite.
Engrasamos una fuente de horno y ponemos las patatas con la piel hacia abajo.
Esparcimos sobre las patatas, una pizca de sal, una pizca de nuez moscada y una pizca de tomillo.
Pintamos las patatas con la mantequilla que habremos fundido previamente en el microondas y la tenemos a 180ºC en el horno durante 45 minutos o hasta que al pincharlas comprobemos que estén cocidas.
Mmmm...qué bueno, con tu permiso tomo nota de la receta!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Toda tuya Norma. Bss
ResponderEliminarEs necesario poner tanto aceite para dorar el pollo? Lo pregunto porque tengo entendido que hay cacerolas que se supone que casi no llevan y aconsejan no cocinar con mucho aceite...
ResponderEliminarJosé Antonio Suarez, por supuesto que se puede poner menos aceite para dorarlo, a nosotros es que nos gusta bien frito. Todo radica en el equilibrio, si no tenemos ninguna patología que contraindique tomar alimentos fritos, si que los podemos comer de vez en cuando. Otra cuestión es usar mucho la misma aceite, yo no la reutilizo. Y por su puesto siempre uso aceite de oliva virgen. Un saludo.
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